El reconocido actor canadiense Donald Sutherland falleció el pasado 20 de junio a la edad de 88 años. Con una carrera que abarcó más de seis décadas, Sutherland fue una figura icónica en el mundo del cine y la televisión, conocido por su versatilidad y la profundidad de sus interpretaciones.
Sutherland dejó una huella imborrable en la industria del entretenimiento con papeles memorables en películas como MASH* (1970), Ordinary People (1980), y más recientemente, en la saga de The Hunger Games. Su talento y dedicación lo convirtieron en uno de los actores más respetados de su generación.
Nacido el 17 de julio de 1935 en Saint John, New Brunswick, Sutherland inició su carrera en el teatro antes de dar el salto al cine. Su capacidad para asumir roles diversos, desde comedias hasta dramas intensos, le permitió mantenerse relevante a lo largo de los años.
A lo largo de su vida, Sutherland recibió numerosos premios y reconocimientos, incluidos un Premio Honorífico de la Academia en 2017 por su trayectoria. Además de su éxito profesional, fue un defensor apasionado de varias causas humanitarias y sociales.
Sutherland es sobrevivido por su esposa, la actriz Francine Racette, y sus cinco hijos, entre ellos el también actor Kiefer Sutherland. La familia ha solicitado privacidad durante este difícil momento y ha agradecido el apoyo y las condolencias de los fans y colegas del actor.
El mundo del cine lamenta profundamente la pérdida de un artista inigualable y una personalidad carismática que tocó la vida de muchos a través de su trabajo. Donald Sutherland será recordado por su contribución inestimable al arte del cine y por la inspiración que brindó a generaciones de actores y cinéfilos.
