Los chatbots, instrumentos de inteligencia artificial, son entrenados con grandes volúmenes de texto para realizar diversas tareas relacionadas con el lenguaje, desde la traducción hasta la generación de contenido escrito.
En una era marcada por la inmediatez, la ortografía podría parecer menos relevante. Sin embargo, la habilidad de escribir textos coherentes y libres de errores ortográficos siempre será beneficiosa en todos los ámbitos.
En el ámbito laboral, escribir de manera correcta permite mostrar habilidades y conocimientos, además de construir una imagen profesional sólida, transmitiendo seriedad y confianza. Por el contrario, los errores de ortografía y sintaxis pueden proyectar una imagen de descuido o falta de preparación.
Además, la capacidad de redactar correctamente también refleja la personalidad, demostrando interés en establecer una comunicación efectiva con los interlocutores.
Aunque escribir bien no es tarea fácil y requiere práctica y conocimiento de las estructuras del lenguaje, la lectura puede ser un gran apoyo para enriquecer el vocabulario.
En este contexto, la Real Academia Española (RAE) se destaca como la institución más relevante en la regulación lingüística, promoviendo la unidad del idioma español a través de la promulgación de normas.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro, se ha aliado con la RAE para fomentar el buen uso del español en los medios de comunicación, ofreciendo constantemente consejos para resolver dudas sobre ortografía, gramática y otros temas lingüísticos.
Por otro lado, el término “gepetear” ha surgido como un neologismo válido para referirse al uso de aplicaciones como ChatGPT, especialmente en redes sociales, para interactuar con sistemas de inteligencia artificial con fines de entretenimiento o resolución de dudas. Este término se deriva de la sigla “GPT” (generative pre-trained transformer) y el sufijo “-ear” (como en “instagramear”), y se está popularizando rápidamente.
Asimismo, la RAE, fundada en 1713 en Madrid, tiene como función principal preservar el buen uso y la unidad del idioma español en constante evolución y expansión, en colaboración con otras academias de la lengua hispana.
A pesar de algunas críticas, como su resistencia a reconocer palabras o expresiones surgidas en generaciones más jóvenes, la RAE ha lanzado el Observatorio de Palabras en 2020. Este repositorio digital ofrece información sobre términos que no están en el Diccionario de la Lengua Española pero que generan dudas en su uso, como neologismos o extranjerismos, aunque su inclusión no implica necesariamente su aceptación.
